Tres gotas han caído en mi jardín, nadie dice que aquí llueva; pero si tres tallos son antes de marzo, todos cantan primavera. Dos gotas bailando los cristales, un son de azar y transparencia, gravedad que tienen por música, y por ritmo su apetencia. Una gota camina en la baranda. Gota sola, gota entera. Se parte en tres y se resbala; y ya rota la gota, gota primera, otra vez, a ser lo que era.
Mi pasión por las palabras es bien conocida por las personas, si es que todavía sobrevive alguna, que deciden invertir su tiempo en leer las entradas de este blog. Me gusta leerlas, saborearlas, atesorar en mi mente el olor que desprenden cuando las escribo. Por tal motivo el Diccionario se ha convertido en ese gran […]