Tres gotas han caído en mi jardín, nadie dice que aquí llueva; pero si tres tallos son antes de marzo, todos cantan primavera. Dos gotas bailando los cristales, un son de azar y transparencia, gravedad que tienen por música, y por ritmo su apetencia. Una gota camina en la baranda. Gota sola, gota entera. Se parte en tres y se resbala; y ya rota la gota, gota primera, otra vez, a ser lo que era.
«Personaliza tu cuerpo». Así, de un modo tan impactante, se anunciaba una tienda o establecimiento donde se practicaba el arte del tatuaje. «Personaliza tu cuerpo», como si no lo tuvieras ya bastante personalizado con el color de tus ojos, con ese hueco tan característico entre tus dientes superiores o esos hoyuelos tan graciosos que rescatas […]