
Cuando el hidalgo don Alonso Quijano, una vez convertido en Don Quijote de la Mancha, partió de su casa a vivir aventuras, salvar princesas y desfacer tuertos, tenía un rocín flaco, una adarga antigua y una lanza en astillero. Pero lo
El lenguaje es un ser vivo. Un ser que se mueve con la agilidad y la destreza de una culebra capaz de acomodar su cuerpo a las dificultades que el terreno presenta. El cuerpo del reptil se amolda de la
Soy un hombre (no sé si todavía se puede decir eso) aquejado de un mal extraño, tal vez una de esas enfermedades raras que carecen de presupuesto gubernativo para ser investigada o, por el contrario, de una insólita virtud con
Años después de la muerte del Amigo de los Animales, la televisión dejó de ser aquel maravilloso medio de dos canales para convertirse en un maremágnum de empresas dispuestas a captar, como fuere, la atención de un telespectador cada vez más y más predispuesto a caer preso en el penal de los rayos catódicos,
Los muchachos leíamos los comics, veíamos las películas y las series setenteras y bajábamos a la calle con la pretensión de volar sin avión, escalar paredes de edificios sin pies de gato ni cuerda que nos asegurase o pilotar el batmóvil de nuestro monopatín de tabla estrecha.
La deuda te está cogiendo del cuello y, cuanto más tiempo pasa, aprieta un poco más y con más ganas. Tú solito, sin necesidad alguna, salvo la que te creó la serie de marras, te estás apretando el gollete de ese garrote vil tan cotidiano, tan de andar por casa.
De manera sutil se dibujan arquetipos fuertes, sonrientes, joviales frente a otros malhumorados, de gestos angulosos y malencarados y feos, muy feos, siendo cada uno de ellos el modelo de uno u otro bando, de una u otra forma de ser o de estar.
Alguien, con la prisa y el sentido de la productividad moderna adherido a la suela de sus zapatos, te dirá con cierto tono de sorna o burla que amanecer amanece todos los santos días, y, aunque no le falta razón, discrepo.
En TerraIgnota.es no usamos cookies propias pero si algunas de terceros. Puedes aceptar su uso o simplemente rechazarlo, es tu libre elección.
En Terra Ignota no usamos cookies propias pero si algunas de terceros. Puedes aceptar su uso o simplemente rechazarlo, es tu libre elección.