El dolor es como el oleaje
y hoy me estoy ahogando.
Descifra pronto el mensaje
que sólo flota una mano.
Mi entorno es enfermizo
y los males son contagiosos,
me hicieron de minucias colosos
y de los gigantes pececillos.
Quieren que no ansíe la libertad
por si ello les trae muerte,
y no hay vida más inerte
que la del esclavo obediente.
¿Para qué quieres pasar ochenta años
con pulso sobre esta tierra,
si vas a ser otra oveja del rebaño
y no vas a cuestionar la verja?
¿Qué clase de vida es ésa
que te encierra entre cuatro paredes
y exalta su firmeza
para disuadirte de golpearlas porque ceden?
Siendo siervo de un mal señor,
¿qué bien te puede arrancar la muerte
que no te haya quitado ya tu secuestrador?
¿Qué te ata y te retiene
al lado de un esclavizador
que sólo te maltrata y te miente?
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