Érase un hombre que el amor ansiaba, con sudor su campo comenzó a trabajar. Rezó al Cielo para que lloviera, y así los frutos él pudo cosechar. Todo esto buscó a Dios ofrecerlo, y así ser digno de amar. Pues todo hombre tiene corazón, y todo corazón se tiene que llenar, de sangre y nutrientes, más sobretodo de Verdad y caridad. Es por esto buen hombre, no te dejes por los vicios arrastrar, aférrate a la roca, busca la virtud, y ahí gran amor hallarás.
«Personaliza tu cuerpo». Así, de un modo tan impactante, se anunciaba una tienda o establecimiento donde se practicaba el arte del tatuaje. «Personaliza tu cuerpo», como si no lo tuvieras ya bastante personalizado con el color de tus ojos, con ese hueco tan característico entre tus dientes superiores o esos hoyuelos tan graciosos que rescatas […]