Jesús carpintero: cuna de astillas; barca de leños; Redentor, en un madero. Árbol que da vida, y Voz de la Palabra, que ahoga toda herida, en la gracia de su savia. Al fin, lija liberadora: dura Cruz de la aspereza, que todos los vicios perfora, y a la virtud da su entereza. Raíces de Fe, tallos de Esperanza, y brotes de Caridad: Jesús el Nazareno, solo, clavado, y Cordero, Árbol de la Humanidad.
«Personaliza tu cuerpo». Así, de un modo tan impactante, se anunciaba una tienda o establecimiento donde se practicaba el arte del tatuaje. «Personaliza tu cuerpo», como si no lo tuvieras ya bastante personalizado con el color de tus ojos, con ese hueco tan característico entre tus dientes superiores o esos hoyuelos tan graciosos que rescatas […]