Birras y Divagaciones

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columna

SERVIAM (o el todo tiempo de la Navidad).

Llega un día en que el ruido se desvanece y se ilumina una ligera intuición sobre la verdadera dimensión de la Navidad.

El alma es de hierro

Soy un hombre simple. Y cuando un hombre simple razona conceptos complejos, debe llevarlos a su terreno. Al de los sentidos, la intuición, las sensaciones. Explicar abstracciones es más fácil cuando las acercas a lo concreto. A la realidad. A la cárcel de subjetividad impuesta a los hombres incapaces de alejarse de lo terrenal.

No puedo hablar con autoridad sobre iluminación. Sobre divinidad. Sobre espíritu. Sobre el alma humana. ¿Qué he de saber de esos temas, ni siquiera en lo académico? Nada, no sé nada.

De lo que sí sé es de frío. Del temblor de las manos de un hombre cuando se está congelando. De calor. De la mirada vacía de alguien deshidratado. De golpes. Del tambaleo torpe después de recibir un puñetazo inesperado. De cuanto está al alcance de una mano que es más cuero que piel, de unos ojos cansados perdidos en una noche oscura. De la luz roja de un cigarrillo en mitad de una ventisca. De lealtad de dentelladas, no de palabras. De dureza. Resistencia. Tenacidad.

De hierro. Os puedo hablar de hierro.

Digo, y lo hago porque necesito aferrarme a lo físico para entender lo espiritual, que el alma del hombre es de hierro. El alma del hombre es de hierro, sí. Lo es al nacer, por lo menos. Un hierro informe, tosco, bruto. Uno cuya función y destino dependerá de la mano que lo trabaje. De cómo lo cuide. O cómo lo maltrate. Y esa mano no siempre es la nuestra, porque no siempre somos nosotros quienes damos forma a nuestra alma.

Es una cosa curiosa, el hierro. Con la voluntad adecuada puede doblegar una montaña, pero una simple piedra puede partirlo. Enfría el hierro en exceso y se volverá quebradizo como el cristal. Caliéntalo demasiado, se desintegrará en una fina arenisca inservible, pero peligrosa. Si no lo trabajas, si no haces nada con él, se oxidará hasta pudrirse. Trata de doblegarlo a la fuerza preferirá partirse que cambiar de forma.

El alma es de hierro, sin duda.

¿Qué sucede cuando el alma de un hombre se vuelve fría, insensible? Que el hombre se acaba quebrando, haciéndose pedazos e hiriendo a cuantos lo rodean. ¿Y cuándo, llevado por las pasiones sin mesura, el hombre se calienta? Rabia, ira, lujuria, todas acaban con el hombre sucumbiendo al fuego y volviéndose peligroso, pero inservible. ¿Del hombre apático, arrinconado, abandonado a la pasividad? Envilece, extrañando un mundo que antaño comprendió y ahora no es el suyo, creando una corteza sucia y mezquina que mancha a cuantos intenten acercarse.

Pareciera con estas líneas que el hierro es el material más vil sobre la tierra. Y nada más lejos de la realidad.

 El hierro es capaz de las más grandes proezas. Con la voluntad adecuada. Pon el hierro al fuego. Atempéralo. Sácalo y, aún ardiente y luminoso, colócalo sobre otro hierro más resistente y golpéalo con un martillo. No sólo cambiará su forma, sino que también se endurecerá. Castígalo con mano firme, pero justa. Entiende cómo golpear, dónde, cuándo. Yunque y martillo enseñan, dotan al hierro de nuevas características. Resistencia. Flexibilidad. Le dan forma. Caliéntalo de nuevo, enfríalo en aceite. Hazlo duro donde golpea, flexible donde soporta golpes.

La fragua son experiencias. Cuanto más frío vivamos, más agradeceremos una ducha caliente. Cuanto más calor, mejor nos sabrá el agua. El sufrimiento nos prepara para la incomodidad, el terror nos hace inmunes al miedo. La fragua prepara al hierro, pero son el yunque y el martillo quienes lo moldean. El yunque son nuestros padres. Hierros más duros, más gruesos, inamovibles e indestructibles. El martillo, sus lecciones.

Juntos, padres, lecciones y experiencias, moldean el hierro. Lo convierten en lo que necesita ser.

La labor del padre no dista, pues, demasiado de la del herrero.

El alma del hombre es hierro y la labor del padre es la del herrero.

Un pensamiento simple para un concepto complejo.

Punto de no retorno

Europa ha llegado al punto de no retorno. Mientras los europeos sufrimos día tras día las consecuencias que ha traído la inmigración nada descontrolada -en una suerte de tráfico de personas a escala industrial completamente promovida e insitucionalizada- los medios, esos centros distribuidores de la propaganda estatal y el gran capital, nos culpan por quejarnos. Y además, en el Reino Unido -y no sólo- se nos amenaza con las penas más altas invirtiendo la culpa en nosotros, en una operación de luz de gas de escala global.

Contrariamente a lo que rezan los lemas de campaña de la escasa y tibia oposición, la inmigración que desde hace décadas inunda Europa no es descontrolada. Es un diseño que interesa a los estados, con el pretexto de la quiebra de las pensiones y con el trasfondo de crecer de forma mórbida para sustituir cualquier atisbo de refugio contra su hegemón. Y es un diseño que interesa al gran capital para disparar beneficios depauperando a la población, igualándola por abajo y haciéndola aceptar condiciones desesperantes.

Esta repulsiva alianza en España se materializó por obra y gracia del abrazo fraterno entre populares y socialistas. Este diseño tiene varios padres que son superiores jerárquicos de estos dos, pero uno de las primas más importantes, siguiendo con el símil familiar, fue la obra del gobierno del señor Aznar, que luego perfeccionaría el señor Zapatero. Si bien es cierto que el grueso de nuestra inmigración proviene de nuestros hermanos espirituales, también cada vez más sentimos la invasión de nuestros vecinos musulmanes.

El problema está aquí y nadie puede negarlo, por más que intenten hacernos dudar de nuestros propios ojos aludiendo al comodín de la desinformación de Putin. Pero veo con preocupación los levantamientos del pueblo anglo. Si bien me encantaría poder decir a pleno pulmón, parafraseando al señor de Ferraz, que por fin «¡Europa ha despertado, hijos de puta!», veo en el modus operandi de los que nos gobiernan la pinza perfecta que necesitaban para imponer el orden en el caos. Un orden neocovidiano que aplaste con todo el peso de la bota del Estado (y dentro, el pie de los que de verdad mandan) a cualquier lícita resistencia.

Cuando era chaval me encantaba pasar las sobremesas con un juego de mesa que se llamaba “Asalto al poder”, cuya meta era enriquecerse lo más posible usando todo tipo de pufos. Una de las cartas más codiciadas del juego era la del hombre de paja, que cargaba con todas las culpas librándote a ti de cualquier juicio. Esa carta referida al islam ya ha sido empleada en el pasado para justificar la «guerra contra el terror», librando a su portador de cualquier juicio serio y permitiéndole iniciar al menos dos guerras en ultramar sin arquear una ceja.

Insisto en que el problema es real, y produce satisfacción ver la unión de enemigos íntimos y la respuesta violenta de quien ya tiene poco que perder, como hemos visto estos días, pero… ¿Estamos mirando de verdad al culpable? ¿nos preguntamos realmente quién ha promovido todo esto? ¿se está volviendo a usar de nuevo esta carta como fermento de la aprobación social que se necesita para la vuelta de tuerca definitiva en la tiranía de los Estados y también para iniciar una nueva guerra donde mandar a los europeos a morir? ¿nos hemos fijado en si estos diseñadores tienen en ciernes un objetivo real y palpable, que haga el papel de un nuevo Irak?

Con la bolsa cayendo, los CEOs de megaempresas proverbiando en tuiter, la incertidumbre de lo que pasará en noviembre en USA, el problema enfermizo de la emisión infinita de deuda… dan ganas de hacerse con un terrenito en el monte con un huerto, unas gallinas y un muro muy alto. Pero ni eso podemos la mayoría.

El panorama desolador que tenemos enfrente requiere el ejercicio de preguntarse a uno mismo la cuestión de quién tiene la culpa, para poder hacer el diagnóstico correcto. Pero no sólo. Es necesaria también una mirada introspectiva. Para cualquiera que no esté infectado del mundo moderno, e incluso para muchos que sí lo están, es innegable la dimensión espiritual de la vida. Para los católicos, como nos recuerda el catecismo, las personas estamos hechas a imagen de Dios y nuestra propia naturaleza une el mundo material y el espiritual. Por tanto, sería un error que, al hacer ese esfuerzo por ver más allá de la gran obra de teatro que es la actualidad de este mundo, sólo lo hiciéramos en clave material. Y de poco nos va a servir volcar nuestra ira en redes si descuidamos la salud de nuestro espíritu.

El antídoto definitivo para lo que nos desespera todos los días no es otro que Cristo. El tiempo que tenemos aquí se pasa rápido y aunque debemos trabajar por dejar un mundo mejor a nuestros hijos, con uñas y dientes si hace falta, tenemos que recordar que no somos del mundo y que nuestra verdadera patria está en el Cielo. Y para poder llegar allí, donde sí que debemos montar ese terreno de paz con muros altos para que no pase el enemigo es en nuestra alma. Al final ganamos los buenos, pero es que además, «ya hemos ganao».

Peleles

Una tras otra, no hay una sola decisión tomada por Pedro Sánchez que haya sido en interés de España y de los españoles. Quien está al frente del Gobierno de la Nación tiene un único desvelo, su yo. Es un hombre singular, nunca ha dedicado un pensamiento al nosotros –el pueblo–, salvo cuando esa persona plural son quienes garantizan su posición. Ahora bien, para atender al único beneficio de su yo, el señor Sánchez es siervo de quienes le hagan señor de los demás. No se le conoce honra ni honor, sólo perfidia.

La granujería, como el timador, sólo experimenta la audacia cuando detecta debilidad en su víctima. Gente ociosa y bribona –una leída y otra analfabeta coleccionista de títulos académicos– ha creado la idea de que España no sabe quién es ni si existe. Así estamos desde el desastre de 1898, que se nos ha cronificado hasta alcanzar el siglo XXI. Salvo unas décadas por aquí y alguna otra por allá, son ya más de 120 años de españolísimo cultivo de animadversión a la españolidad.

De aquí viene que para gobernar la España del 78 haya que ser un doble pelele. A nivel interno, un monigote federalista; a nivel externo, un títere de los intereses de terceras potencias y hasta de corporaciones privadas.

Fronteras

El ordenamiento español está diseñado para disolver España. Esta es la razón por la que el foro público sólo debate de fronteras para adentro. Lo que debería ser mero orden público mediante la observación de la Ley es desestabilización nacional a causa de su cumplimiento. El señor Sánchez está sometido en lo nacional a los golpistas, terroristas y separatistas, de quienes ha hecho sus únicos aliados posibles. Así se puso a sí mismo a la vanguardia del bloque federalista, que trabaja en conjunción con las ambiciones personales de todos los caciques regionales del 78. De todos.

El pérfido de la Moncloa –el actual y cualquiera que le siga con este ordenamiento– no sólo es un pelele en manos de los enemigos interiores. También es una marioneta de fronteras hacia fuera. El señor Sánchez ha ejecutado en el concierto de las naciones un crecimiento exponencial de la irrelevancia de España. Han hecho de ella una títere internacional. Aunque en esto está acompañada de no pocas naciones occidentales con más ínfulas que capacidad de acción geopolítica. En los últimos años hemos asistido a la privatización de los intereses nacionales. Esto es, a la subordinación de las naciones –libertades y derechos– a la conveniencia de las mayores compañías mercantiles de la Historia.

Los Estados occidentales se han desentendido de sus intereses nacionales en favor de los de las firmas que han puesto el dinero –y los trapos sucios– para aupar a sus cargos –y controlar–a sus gobernantes [carcajadas BRICS aquí]. El Islam se va a comer a Europa mientras sus traidores quieren que su vileza sea adulada como bonhomía. El colapso de Occidente es el de sus valores. Su única esperanza de salvación es la reacción de sus Naciones contra sus Estados moribundos.

28 de julio de 2024

Usurpación

El Rey de España ha sido usurpado en Bruselas mientras se encontraba de gira por las repúblicas bálticas. Felipe podía haber esperado un buen mes de junio –el señor de los meses mayores del año– con los fastos que han celebrado el décimo aniversario de su proclamación como Rey por las Cortes. En lugar de ello, ha sido un mes horroroso para la Corona. Una borrasca se cierne sobre la Monarquía. Se acerca como las ondas tras caer una piedra en el agua. Las afrentas que recibe escalan en proporción al silencio y la inacción con las que las enfrenta. Esto no ha hecho más que empezar. El bloque federalista que sostiene al Gobierno dio su aprobación final a la amnistía a los golpistas de la Generalidad a fin de mayo. Su promulgación en el BOE se demoró doce días, hasta dejar pasar las votaciones a la asamblea a la que llaman Parlamento Europeo. Esto se tradujo en que al sancionar esta Ley, el Rey dio su refrendo político al hito que inicia el tercer estadio del Ciclo Cacique: la fase separatista. Esta forma de refrendo es distinta a la que describe la Constitución. La que en el ordenamiento tiene carácter jurídico hace del Rey un sujeto pasivo. En paralelo opera este otro refrendo de naturaleza política y que tiene en el Rey a un sujeto activo: Felipe otorga su asenso mediante su cooperación.

De la casilla de la amnistía federalista, la oca del 78 saltó a la de la conmemoración de la primera década de reinado de Felipe. Y, de inmediato, a la que le ha seguido: la usurpación. Se fraguaba desde hacía mucho. Para el público, desde febrero.

Un ministro y un viajante de ese PSOE lento que finge hacer de oposición se fueron al extranjero –¡a Bélgica!– para teatralizar un acuerdo que ambos habían pactado ya para renovar el CGPJ, órgano de gobierno del poder Judicial. Escenifican la comedia de un enfrentamiento que no existe. El bloque federalista del Ejecutivo y el PP suman 316 diputados, nueve de cada diez. Bruselas es la coartada que todos esgrimen como el argumento supremo y definitivo de la inteligencia política: «Europa lo manda». Allí estaba, de hecho –vigilante y admonitoria–, lo que el –a la Nación– deslealísimo 78 llama catetamente Europa: una burócrata checa no electa que hace de vicepresidenta del Gobierno de la UE, un país que no existe y al que el 78 español se subordina voluntariamente como colonia.

¿Qué significan estos hechos? Si la CE establece que el monarca «arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones», ¿quién ha realizado esta función y dónde lo ha hecho para que dos actores políticos españoles tomen decisiones sobre asuntos internos españoles? La respuesta es que ha sido la UE la que ha arbitrado y moderado el funcionamiento regular de las instituciones españolas. Y lo ha hecho en Bruselas. Esta usurpación al Rey ha culminado mientras Felipe estaba de viaje en los países bálticos. El Rey de España ha sido usurpado. Esta es la realidad, a la que no le importa que a nadie le importe.

30 de junio de

Una maquinaria perfecta

El bombardeo incesante de noticias escandalosas que vivimos es uno más de los tentáculos desmoralizadores del sistema…

Refrendista

El truco del refrendo no está en que los actos del Rey sean refrendados por el Ejecutivo o el Legislativo, según el caso. Eso es lo que dice la Constitución. Detrás de esto –y a la vista de todos– hay una fullería de la que nadie habla: es el Rey quien hace de refrendista del 78. Realiza esta labor para los tres poderes del Estado y para las CCAA. Y aún más importante, en beneficio del ordenamiento setentayochista y de su desarrollo. 

Según los expertócratas, el refrendo protege al Rey de sus propios actos, pues su persona «es inviolable y no está sujeta a responsabilidad». Así, nos dicen, las consecuencias de las acciones regias sólo podrán ser imputadas a los poderes que refrenden sus actos. Pero, ¿cómo se materializa este barullo jurídico? De forma muy sencilla. Este refrendo es la firma que aparece junto a la del Rey en el BOE. Lo demás son cuentos de podadores.

Dicho de otro modo, sólo los actos del monarca que tengan efectos jurídicos precisan refrendo. Ninguna otra acción del Rey es refrendada por nadie. Juan Carlos nunca necesitó refrendo para abordar el Bribón y navegar las aguas. Era él quien mataba elefantes. No fueron los señores Zapatero ni Rajoy quienes tuvieron en una sablista alemana a una amiga entrañable. Igualmente, no es ahora Pedro Sánchez quien da las buenas noches y los buenos días a la consorte Leticia.

El refrendo del que habla la CE es jurídico. Es el mecanismo que somete a la Corona y que impide el ejercicio absolutista a 200 años de distancia de Fernando VII. La idea de que todo lo que hace el Rey precisa de refrendo es una fantasía ridícula. 

Cuando Felipe sanciona una Ley aprobada por las Cortes, el presidente del Gobierno (!) da fe con su firma de que no se trata de un acto arbitrario del monarca y lo refrenda. Ahora bien, si el Rey le niega su firma a una arbitrariedad aprobada por las Cortes, no hay refrendo posible y la promulgación de la norma en cuestión queda paralizada. ¿Puede el Rey no firmar? Puede. Lo contrario convertiría al Jefe del Estado en un empleado de los poderes del Estado. Esas dos posiciones son excluyentes entre sí.

Dejemos ahí esta disyuntiva y veamos qué puede hacer Felipe sin necesidad de refrendo. Puede mudarse a Barcelona para ver y ser visto a diario donde amenazan la integridad de la Nación. El Rey de España es libre de elegir su lugar de residencia y no necesita el permiso de nadie para hacerlo. Pero no lo hace.

Pese a la CE y a sus apariencias, existe otro refrendo no explicitado en el ordenamiento. Es uno de carácter político –no jurídico– y en el que el Rey no es un sujeto pasivo, sino activo. Es él quien con la Jefatura del Estado –mediante su acción y su inacción– refrenda al 78 y al proceso federalizante que éste patrocina. Juan Carlos antes y Felipe ahora son los refrendistas de la mutación constitucional que amenaza a España con su federalización y la subsiguiente muerte de su Nación política. Cualquier ataque del PSOE y de sus amigos golpistas y terroristas al Rey es puro teatro. La realidad es la opuesta. La Corona es la coartada política y moral que refrenda sus actos. España o el 78.

23 de junio de 2024

Amnistía

El hombre que saca a los muertos de sus tumbas para pasearlos entre los vivos es el mismo que amnistía a los golpistas para que vuelvan a golpear a los golpeados. «La poesía es repetición», me solía decir un profesor de Literatura. Y henos aquí –no de Pravia, como don Mendo–, al borde de una nueva guerra mundial en la que no se ventila ningún interés español y ante el abismo de un nuevo golpe a la Nación. Otra vez el Estado contra la Nación. En este caso, sin embargo, los poderes del Estado no se desentienden de las felonías de la Generalidad –otra institución del Estado– como hicieron en 2017, sino que son el Ejecutivo en colusión con el Legislativo los que alimentan el estado de cosas que propicie un nuevo ataque a la integridad de la Nación política española.

España se deshace como un azucarillo en el café para todos del 78. La cafetería la puso el ucedista Manuel Clavero, que fungió de ministro «para las Regiones» con el señor Suárez mientras unos diputados redactaban una Constitución sin haber sido elegidos para ello y a puerta cerrada. Con «carácter confidencial», consignaron en la minuta.

Inaugurador de bustos y homenajeador de orates, el presidente de la Junta de Andalucía –Juanma– le acaba de poner uno al señor Clavero en el Parlamento Andaluz. Sin casualidades: es el cacique regional quien pone los bustos en el casino regional. La amnistía a los golpistas de la Generalidad es un llamamiento del 78 a todos los cafeteros autónomos. «Rebelaos, caciques, que –por la convivencia y la concordia– el 78 absolverá vuestras traiciones a los españoles», dice la amnistía a los que entienden su significado. Y así, «golpe a golpe, verso a verso», nos llega la repetición de la asonada del 17 y su inminente metástasis federalista por toda España hasta otra rima en consonante: la peste cantonalista que mató a la Primera República en diez meses y que acabó como empezó la Gloriosa seis años antes, con una regencia/dictadura del duque de la Torre, el general Serrano.

Pero si hacemos memoria, no nos olvidemos de que esta amnistía al señor Puigdemont y sus cómplices no es la primera que España ofrece a estos traidores. «La memoria de los hombres es muy flaca», advertía el canciller López de Ayala. La aplicación del artículo 155 CE exigía que el Gobierno requiriera a los rebeldes que volvieran a la legalidad. Fue entonces cuando resucitó el género epistolar –el señor Sánchez sigue en esto los pasos del señor Rajoy–. Moncloa y el golpista intercambiaron varias misivas, a cuál más estrafalaria. Ya en la primera, el Gobierno de la Nación ofreció una salida al sublevado. Si negaba que hubiera declarado la independencia de Cataluña, pelillos a la mar. El alzado respondió con evasivas. Y el señor Rajoy repitió su propuesta. Aquello fue una oferta de amnistía encubierta. El PP no puede evitarlo. Forma parte de la vorágine federalista del 78. No la detendrá jamás. El PP está con el PSOE: su patria es el partido. España o el 78.

Un año de la masacre de Vladislav Ribnikar ¿Qué ha cambiado en Serbia?

Tras las cálidas festividades del 1 de mayo el día amanece nublado y fresco en Belgrado. La vuelta a la rutina viene precedida de un tiempo poco primaveral, es miércoles y la mañana empieza como otra cualquiera. A las 8:41, en la escuela de educación primaria Vladislav Ribnikar, unos disparos interrumpen el silencio. Las llamadas a las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia no se hacen esperar, en pocos minutos el tranquilo y céntrico barrio de Vraçar se convierte en un devenir de sirenas de policía y ambulancias.

Las calles Krlka Milutina y Svetozara Markovića se cubren con cordones y coches policiales. Los sanitarios corren de un lado a otro, lo prioritario es el traslado de los heridos. Dentro de los muros de la escuela hay una carnicería pero el pueblo serbio aún no lo sabe. Poco a poco comienzan a llegar al lugar de los hechos los medios de comunicación y los padres que, con gestos angustiados, no se separaban de sus teléfonos intentando saber el paradero de sus hijos. Las noticias son confusas pero poco a poco se comienzan a conocer datos, el atacante es un alumno del centro, un trabajador ha muerto pero se dice que solo hay unos cuentos niños heridos.

La verdad se conoce horas después, cuando el jefe de la Administración de la policía de Belgrado, Veselin Milić, convoca una rueda de prensa y afirma que hay menores fallecidos, en su mayoría niñas. Se confirma la cifra oficial de ocho muertos y siete heridos. El atacante, Kosta Kecmanović, de trece años, tenía una lista con sus principales objetivos. Milić la muestra a la prensa que no tarda en hacerla pública, se vulnera el derecho a la protección de datos de menores de edad. De los niños que figuraban en esa lista, tres de ellos estaban siendo trasladados a una morgue y otro, una niña, operada de urgencia en la clínica infantil Tiršova por graves heridas en la cabeza. Moriría el 15 de mayo, convirtiéndose en la décima víctima.

Al día siguiente los ciudadanos organizan vigilias y ofrendas florales para llorar a sus muertos frente a la escuela. Una marea de ramos de flores, pancartas, fotos de las víctimas y osos de peluche se aglomeran en las rejas de Ribnikar. Mientras las heridas por el tiroteo continúan sangrando, en el municipio de Mladenovac, un joven de veintiún años, Uroš Blažić, animado por los sucesos de la jornada anterior, dispara desde su coche con un rifle de asalto en el pueblo de Dubona. Posteriormente se traslada al municipio de Smederevo, y en el pueblo de Malo Orašje finaliza su matanza. Mueren nueve personas y catorce resultan heridas; en tan solo dos días Serbia pierde a diecinueve ciudadanos.

Un país con leyes estrictas pero armado hasta los dientes

En el imaginario colectivo están presentes los tiroteos masivos. La masacre de Columbine en 1999, Sandy Hook en 2012 o uno de los más recientes en la Escuela Primaria Robb. Todos ellos ubicados geográficamente en el mismo país, Estados Unidos, en el que las políticas sobre las armas de fuego están a años de luz de las aplicadas en Europa. En el viejo continente, que tanto ha sufrido por las dos guerras mundiales, el uso de armas está limitado. No tenemos esa cultura, los jóvenes no están tan familiarizados con la violencia armada, los valores son diferentes pero los videojuegos, el cine y la cultura popular poco a poco siembra la raíz de un mal que va creciendo. En Europa no todo el mundo puede hacerse con un rifle o una escopeta, hacen falta licencias; existe una burocracia. Medidas que defienden a la ciudadanía de este tipo de sucesos.

Armas requisadas por el gobierno. FUENTE: LaPresse

En Serbia el modus operandi no es diferente pero hay una contradicción. Sus estrictas leyes sobre las armas no se corresponden con los datos oficiales. El hecho de que sea el tercer país del mundo, solo superado por Estados Unidos y Yemén, en posesión de armas de fuego, lo colocó en la diana del debate ciudadano. Conservar las armas de las guerras Yugoslavas como trofeo o reliquia de tiempos pasados no es una tradición poco común entre familias balcánicas. Decía Milán Milošević, el padre de una de las supervivientes de Ribnikar, que los tiroteos masivos no formaban parte de la naturaleza de la sociedad serbia.

El dolor, la sensación de inseguridad y las preguntas que los ciudadanos se hicieron en aquellos primeros días de mayo empujaban al gobierno a tomar medidas. El presidente Aleksandar Vučić ordenó a los ciudadanos entregar sus armas, en total se requisaron 13.000, un arsenal que, pese a la disminución de las últimas décadas, se consideraba desorbitado teniendo en cuenta que no

cualquiera puede conseguir una pistola. Y ahí surgió la gran incógnita ¿Por qué un niño de trece años llevaba dos en su mochila? Y cuestión aún más importante ¿Por qué un niño de trece años sabía disparar como un verdadero profesional?

Kosta disparó con una CZ- 75 Shadow 2, un modelo checoslovaco, y una Ruger de fabricación estadounidense. Ambas propiedad de su padre, que no solo las dejó al alcance de su hijo si no que además entrenó al niño desde edad temprana en campos de tiro de la ciudad. Eso explica por qué sabía manejar con tanta precisión las armas y disparó a sus objetivos en zonas mortales por necesidad. Actuó con frialdad, como un soldado perfectamente entrenado.

Protestas ciudadanas y un conflicto que molesta

Ciudadanos protestan contra el gobierno tras los tiroteos. FUENTE: Reuters

En los meses posteriores a los tiroteos los partidos de la oposición organizaron manifestaciones masivas bajo el lema “Serbia contra la violencia”, la ciudadanía se lanzó a las calles como protesta contra el gobierno, pidiendo la dimisión del ministro de la Policía y del director de la Agencia Nacional de Información sobre Seguridad, así como el cierre de los medios de comunicación pro gubernamentales que promueven la violencia. Por la ciudad blanca se enarbolaron pancartas y dibujos de Aleksandar Vučić ataviado con un traje de presidiario. Ante las incesantes manifestaciones que tuvieron lugar durante los meses de verano, y con el fin de apaciguar el clima de tensión, Vučić prometió elecciones anticipadas para diciembre. Pese a ello las dimisiones no fueron inexistentes, tanto la directora de la escuela Vladislav Ribnikar como el Ministro de Educación, Branko Ružić, presentaron su renuncia.

Tras la masacre y la detención del joven de veintiún años responsable de la matanza de Mladenovac, queda por ver cuál será el destino de Kosta Kecmanović. La ley del menor serbia contempla que ningún niño por debajo de los 14 años es penalmente responsable de sus delitos. Kosta tenía 13 años en el momento en que cometió los asesinatos. Permanece desde el 3 de mayo en un centro

psiquiátrico para menores, mientras que su familia se enfrente a la denuncia de los familiares de los asesinados en un entramado judicial que contempla cinco procesos civiles y uno penal. Por el momento los Kecmanović se declaran inocentes, algo que enfurece a familias de los fallecidos al considerar que sus acciones fueron cuanto menos irresponsables. En los primeros días tras el tiroteo se afirmó que el móvil del crimen había sido la violencia entre pares, algo completamente falso, ya que el niño fue transferido al departamento solo unos meses antes del crimen. Además, en el historial de búsquedas del ordenador del menor se encontró información sobre la edad mínima legal para no ser condenado, un hecho que unido a que planificó el crimen durante al menos un mes, pone en evidencia que Kosta era perfectamente consciente de sus acciones ¿Los motivos? Una incógnita. Los primeros exámenes psicológicos hablan de narcisismo, inspiración en documentales sobre asesinos en serie, odio a su madre, celos a sus compañeros por las altas calificaciones de estos, negligencia paterna etc. Aún queda mucho por investigar. Quizás convendría leer “Las semillas de la violencia” de Luis Rojas Marcos para intentar encontrar alguna pista que ayude a esclarecer el perfil psicológico de un menor que, aparentemente, no siente ningún remordimiento por lo que ha hecho. Un sentir compartido por su propia familia que niega toda responsabilidad, de forma reiterada, por las acciones de su hijo.

Para el Presidente del Tribunal Superior de Belgrado, lo ideal sería que el caso de Ribnikar quede concluido para 2025. La masacre del colegio es una mosca que molesta en los oídos de los organismos gubernamentales. Así lo sienten los padres de los niños y familiares del guardia de seguridad, que no han dejado de realizar actos conmemorativos y protestas para mantener vivo el recuerdo de lo sucedido.

Serbia un año después: aniversario, miedo y acercamientos políticos

El pasado viernes, y durante todo el fin de semana, se celebraron los aniversarios de Ribnikar y Mladenovac. Los padres continúan luchando por hacer justicia y crear un centro conmemorativo en la escuela. El pasado 3 de mayo en la entrada se instalaron placas con los nombres de los asesinados y fotografías en su honor, en Mladenovac un mural con la imagen de las víctimas se llenó de ofrendas florales.

Pero ni las lágrimas, ni las vigilias, han aplacado el problema del incremento de la violencia, que es exponencial. En octubre un joven falleció a manos de un compañero de clase. En escuelas de serbia se han dado casos de falsas amenazas con repetir lo sucedido en Ribnikar, que volvió a revivir las heridas cuando a principios de año se requisó un cuchillo de la mochila de un alumno. La criminalidad no queda solo en Serbia, en diciembre, en Macedonia del Norte, una niña de catorce años fue secuestrada y asesinada. En España hubo dos ataques en institutos con arma blanca, en Alemania un chico disparó y mató a un compañero de clase, en diciembre hubo un asesinato masivo en una universidad en República Checa y este pasado mes de abril un joven de doce años asesinó a un compañero en una escuela en Helsinki, Finlandia. Los centros educativos ya no parecen lugares seguros, las armas cobran fuerza entre el ciudadano de a pie.

En Serbia las cosas han cambiado poco, en diciembre el Partido Progresista Serbio arrasó en las elecciones legislativas bajo acusaciones de fraude en los comicios. La seguridad en las escuelas tampoco ha sufrido grandes variaciones, solo se ven más policías pero los niños y padres tienen miedo. Los colegios deberían ser lugares seguros. La propia Serbia era un país seguro hasta hace doce meses.

Ciudadanos se agolpan en la instalación de la Escuela Vladislav Ribnikar con motivo del aniversario. FUENTE: Darko Vojinovic /Associated Press

El problema que ha perseguido la nación durante un año no parece afectar a nivel político, que sigue manteniendo la compleja situación de navegar entre dos tierras. Las recientes, y nunca desaparecidas, tensiones con Kosovo se han incrementado después de que el Consejo de Europa diese luz verde a su integración. El nuevo gobierno pretende acercarse a la Unión Europea pero no tiene previsto rechazar su amistad y alianza histórica con Rusia, pese al apoyo a la integridad territorial de Ucrania y la postura pacífica ante la guerra de muchos exiliados rusos que residen en el país.

Ni el 25 aniversario de los criminales bombardeos de la OTAN sobre Belgrado en 1999, ni la postura de la Unión Europa con un país no reconocido por todos los estados como es Kosovo, han impedido que quiera oscilar entre dos ejes. Algo que valora con optimismo el Alto Representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell.

Frente a todas esas cuestiones aún queda la herida por la muerte de inocentes, con personas que lloran frente a las tumbas de sus seres queridos y con muchas preguntas y ninguna respuesta a un año de la masacre. Para un país con un profundo sentir ortodoxo como es Serbia, los valores occidentales importados por Estados Unidos a Europa suponen una amenaza para la tradición de la familia y la seguridad de sus hijos.

Anđeli žive doveka, que la violencia cese.

Cualquier ciudadano bienintencionado que quiera ayudar a estas familias y a evitar este mal social puede hacerlo poniéndose en contacto con la Fondacija Angelina, una fundación gestionada por los padres de una de las niñas asesinadas en Ribnikar, que trabaja para evitar que actos como los que tuvieron lugar hace un año no vuelvan a repetirse.

Uropa

El Parlamento Europeo es una cámara legislativa que no tiene iniciativa legislativa. Los casi 450 millones de ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea votan unas listas con las que los partidos de cada país designa a los ocupantes de sus 720 escaños –antes 705–. ¿Cuál es la función de una asamblea legislativa sin potestad legislativa? Crea la ficción de que son los ciudadanos quienes toman las decisiones sobre su propio ordenamiento. 

Hay medios de comunicación que no son capaces de dar ni el número correcto de eurodiputados que van a ser elegidos y dan cifras distintas a las apuntadas arriba, imagínese qué contarán sobre las funciones y las acciones del laberinto de instituciones de la UE. La maraña es tal que la edición oficial de la «Guía práctica del procedimiento legislativo ordinario» de la UE tiene un total de 84 páginas. Y aun así, su red legislativa atrapa a los ciudadanos con una media de más de dos mil nuevos reglamentos, directivas y decisiones ¡cada año!

El Minotauro que hay en el interior del laberinto que es la UE devora diariamente con feroces dentelladas a cada uno de sus cientos de millones de ciudadanos perdidos en sus pasadizos, acorralados en sus ratoneras y embaucados por sus asechanzas.

Es un monstruo insaciable. Su apetito se nutre de lo que le sustenta. Alimentarlo es cebar su voracidad. Zeus ya no rapta a Europa, es el Minotauro de la UE el que de ordinario la viola lujurioso por orden legislativa. No ha escapado de su encierro. La UE toda es su laberinto y territorio, los dominios de la bestia.

Una vez dentro, sus corredores y recodos dan en estancias en las que los Gobiernos reciben hoy una lluvia de millones  a cambio de convertir a sus gobernados y a sus hijos, a sus nietos y hasta a los aún por nacer en siervos del endriago. La esclavitud ha vuelto vestida de resiliencia, clima, peste y censura. Hubo un tiempo en el que los gobiernos gobernaban. O al menos tenían el pudor de fingirlo. Ahora presumen de beber cerveza en las terrazas o de irse a comprar discos en horario laboral. Porque también ellos son gobernados por la hiena a la que, catetamente, llaman Europa. Uropa, para los que saben de qué va esto. 

La acción política del presente occidental es un teatro de marionetas dentro de otro de cuyos hilos tiran otros más que, a su vez, están manejados por otros… Son las matriuscas titiriteras a orillas atlánticas, lejos de las bálticas en las que muere el Neva del que bebe la otra San Pedro, la del norte. Son tantos los hilos hilados, que no tienen más destino que el enredo. El titiritado sólo puede acabar temblando ante las decisiones de a los que nada importa el peaje que pagan los muñecos de su teatro. Cegados de ambición y enloquecidos por la codicia de sus corrupciones, los gobiernos sonríen mientras venden a sus hijos y a sus padres. Como el príncipe danés traicionado hasta la orfandad por su tío, éstos saben –play-within-the-play– que «alguien puede sonreír y sonreír y ser un villano».

III Capea Popular Terra Ignota

Posiblemente ya hayas visto que el sábado 13 de septiembre tendrá lugar la III Capea Popular Ignota.

Desde Terra Ignota pondremos cervezas y bebidas variadas, 2 macropaellas, algo de aperitivos y copa para todos.

Cada participante, familia o grupo puede traer cosas para compartir con todos: viandas de la propia tierra, aperitivos, comida para la barbacoa (habrá fuegos a disposición de todos), pan para un regimiento, postres o lo que permita la imaginación, las posibilidades y la situación.

Nos vemos pronto,
Los Ignotos

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